CIRUGÍA LAPAROENDOSCÓPICA A TRAVÉS DE PUERTO ÚNICO (LESS) MEDIANTE ABORDAJE TRANSUMBILICAL
CIRUGÍA SIN CICATRIZ VISIBLE
La cirugía laparoendoscópica por puerto único (LESS, Laparo-Endoscopic Single-site Surgery) supone una evolución de la laparoscopia convencional (que utiliza múltiples incisiones, en función del tipo de cirugía), que consiste en la inserción a través de un único orificio, de los instrumentos quirúrgicos necesarios, para realizar un procedimiento laparoscópico completo a través de una pequeña incisión (2-2,5cm). Nosotros realizamos éste abordaje a través del ombligo, que es un orificio embrionario, a través del cual estábamos unidos mediante el cordón umbilical con nuestra madre y donde además poseemos una cicatriz desde que nacemos. Por todo esto, la pequeña incisión umbilical que realizamos (menor de 2,5 cm) se hace invisible en pocas semanas, puesto que queda escondida dentro del ombligo y por eso llamamos a ésta cirugía, "SIN CICATRIZ VISIBLE"
La experiencia en Urología con este tipo de abordaje, se inició con la cirugía renal, realizándose la primera nefrectomía LESS en el año 2007. Desde entonces, la técnica ha ido evolucionando hasta poder ser empleada en la mayoría de los procedimientos urológicos. Con ésta técnica se puede tratar patología oncológica (cáncer de próstata, vejiga, riñón, urotelial) y funcional (estenosis de la unión pieloureteral, reimplantación ureteral, pielolitectomía, ureterolitectomía), siendo una alternativa evolucionada, dentro de la cirugía mínimamente invasiva.
Los procedimientos se pueden realizar utilizando solamente el puerto único (LESS puro) o con la ayuda de un trócar accesorio en los casos que precisen realizar algún tipo de sutura laparoscópica, que suele ser más fino de lo normal (menor de 3,5mm), no dejando cicatriz de ningún tipo. El material que se utiliza para éste tipo de procedimientos es distinto al de la laparoscopia convencional y precisa de una formación específica para su uso. La cirugía a través de puerto único está suponiendo un reto de renovación tecnológica equiparable a otras tecnologías como la cirugía robótica, obteniendo los mismos beneficios para el paciente, con un menor dolor postoperatorio, una rápida reincorporación a las actividades habituales y unos resultados estéticos excelentes, sin perder en ningún momento los principios de la cirugía oncológica cuando ese es el motivo de la intervención.
El abordaje transumbilical reduce en gran medida el dolor postoperatorio, puesto que no produce a penas lesión de las fibras musculares, ya que es en la línea media (por donde se introduce el sistema de puerto único) donde se unen los músculos rectos del abdomen y con éste abordaje se evita lesionarlos, favoreciendo así una temprana recuperación del paciente y una rápida reincorporación a su vida rutinaria.
Existen diferentes posibilidades en función del orificio a través del cual se lleva a cabo la intervención; cuando se recurre a un orificio natural como la boca, el recto o la vagina se denomina NOTES (Natural Orifice Translumenal Endoscopic Surgery/ Cirugía a través de orificios naturales), mientras que cuando se recurre a un único puerto de entrada se llama LESS (Laparo-Endoscopic Single-site Surgery/ Cirugía a través de un único punto de entrada), pudiendo incluso combinarse ambas (si, por ejemplo, se interviene a través del ombligo y se extrae por la vagina). En nuestro caso realizamos una incisión transversal a través del ombligo, utilizando por lo tanto una cicatriz natural que poseemos desde que nacemos, abriendo posteriormente la aponeurosis de los músculos rectos del abdomen justo en la línea media, ampliando en algún caso la incisión para extraer piezas de mayor tamaño. En mujeres que no deseen ningún tipo de cicatriz, cuando se trata de piezas grandes, se puede realizar la extracción a través de la vagina.
Es muy importante remarcar, que la colocación transumbilical del puerto único a través de la línea media abdominal, donde no existen estructuras nerviosas, no lesiona las fibras musculares y eso explica el menor dolor postoperatorio y permite una pronta recuperación del paciente. En pocas semanas, la cicatriz se esconde dentro del ombligo y se hace invisible. Esta técnica consigue unos resultados muy satisfactorios, desde el punto de vista oncológico y funcional, comparables a la cirugía abierta y laparoscópica convencional, con las ventajas de ser una cirugía menos dolorosa, con una recuperación precoz y un resultado estético excelente.
La no existencia de estigmas de la enfermedad, al no existir cicatriz visible, hará que muchos de éstos pacientes se olviden de la patología que padecieron con el paso de los años. Como en todos los procedimientos laparoscópicos, el sangrado intraoperatorio está disminuido de forma significativa y la tasa de transfusión es muy baja.